La tarjeta no es más que la punta de lanza de esta revolución en los pagos. 2019 será el año del despegue definitivo del móvil como método de pago gracias a su versatilidad con los diferentes canales. “Es práctico y funcional”, como dice Cuesta, que destaca el bajo coste del móvil y la experiencia de pago más amable que ofrece entre cliente y comercio.
De hecho el 15% de los clientes usan ya el teléfono para pagar sus compras, la mitad de ellos con aplicaciones tipo wallet de su propio banco. Aunque su uso comienza mucho antes: ¿quién no compara precios en el móvil delante de una estantería de productos?
Como ves, el teléfono móvil ya lo centraliza todo. Si hace unos años empezamos a usarlo para sacar una foto al producto junto a su precio para luego analizarlo en casa, ahora ya copa todo el proceso hasta el pago final.
La llegada del pago móvil trae además otros avances técnicos que repercuten en la operativa de los comercios, como es la integración de los canales offline y online en los cobros y en la contabilidad. Una multicanalidad que todavía alcanza al 36% de los comercios y cuyo crecimiento será uno de los retos de las tendencias de pago de 2019.