Un programa conjunto para hacerle frente a la trata de personas en la región, diseñaron las gobernaciones de Caldas, Risaralda y Quindío.
Con campañas educativas y de sensibilización, las administraciones de los tres departamentos hacen presencia en aeropuertos, terminales terrestres, peajes y sitios públicos para concienciar a las mujeres sobre los riesgos de caer en las redes de explotación, organizaciones criminales con tentáculos transnacionales.
«La esclavitud del siglo 21 es un flagelo que debemos rechazar y por sobre todo denunciar», sostuvo Jorge Alberto Tovar, secretario de integración y desarrollo social del departamento de Caldas. Aunque es poco visibilizando, este delito está presente en Colombia.
Meridiano Informativo de la Voz de los Andes.