La flexibilidad del tipo de cambio que acompaña el esquema de inflación objetivo en Colombia, tiene dos propósitos: primero, le permite al Banco de la República tener una política monetaria independiente que tenga en cuenta la situación real de la economía y que le posibilita cumplir con sus funciones constitucionales. Y segundo, la tasa de cambio flexible suaviza el efecto de choques externos, como variaciones en el precio internacional del petróleo, podrían tener sobre la economía, señalaron miembros de la junta directiva del emisor.
Desde el banco central, explican que la política monetaria en nuestro país, tiene como objetivo mantener una tasa de inflación baja y estable, para alcanzar el máximo nivel sostenible del producto y del empleo.
«En síntesis se trata de cumplir con el mandato constitucional de velar por mantener el poder adquisitivo del peso y contribuye a mejorar el bienestar de la población» concluyeron .
Ramón Osorio. Noticiero Popular de la Voz de los Andes.